Юрий Михайличенко
Vidas largas y nada de luz. Las mañanas amargas de cafe. Las ciudades enfermas de humo y pus, cada una con su propia fe. Quemando las noches, vigilando los muros, con la misma pregunta, a ver, cuanto dura. Tantas manos que quieren tener, tantas bocas que piden mas, masticar y tragar da igual el que y vencer las mañanas mirando atrás a través del humo, a pesar del miedo. Lo que no es suyo les importa un bledo